El conocido Método Pilates es un sistema de movimientos basado en un conjunto de ejercicios diseñados para fortalecer, estirar y equilibrar el cuerpo, así como también ayuda a disminuir el dolor y a mejorar la actividad cotidiana del paciente. Va dirigido a todo el público, y es muy recomendable para personas que se encuentran en proceso de rehabilitación, aquellas que han sufrido alguna lesión, e incluso mujeres durante su embarazo y después del mismo. Siempre debe ser realizado bajo supervisión de un profesional cualificado, de esta manera se garantizará la obtención de resultados óptimos y se evitarán lesiones innecesarias.

¿Qué es el Método Pilates?

El conocido Método Pilates es un sistema de movimientos basado en un conjunto de ejercicios diseñados para fortalecer, estirar y equilibrar el cuerpo. Desarrollado por Joseph H. Pilates, e introducido en los EEUU en 1923, se extendió entre 1930 y 1940 entre profesores coreógrafos y bailarines. Estos profesionales fueron los primeros en describir el Método Pilates como una técnica dirigida a la recuperación de lesiones deportivas. Hoy en día, el Método Pilates es un ejercicio de cuerpo y mente, que cobra popularidad y aceptación en el mundo del fitness, la rehabilitación, y en las mujeres embarazadas, durante y después del embarazo. Dirigido a toda la población por sus tan buenos beneficios.

Los ejercicios impartidos en el Método Pilates ayudan a disminuir el dolor y a mejorar la actividad cotidiana del paciente. Sus resultados pueden llegar a ser tan positivos como la terapia manual y otras formas de ejercicio físico.

Beneficios del Pilates

Algunos de los principales beneficios de Pilates son:

1. Consigue un buen tono muscular, fortaleciendo y tonificando el cuerpo, sin aumentar el volumen muscular y con ello consiguiendo definir la figura.
2. Aumenta la flexibilidad, la agilidad, el equilibrio y mejora la coordinación de movimientos.
3. Mejora la alineación postural, evitando las malas posturas.
4. Permite prevenir y rehabilitar lesiones del sistema músculo-esquelético.
5. Logra un estado de relajación mediante la respiración y la concentración, permitiendo con ello eliminar el estrés y las tensiones musculares.
6. Mediante la integración cuerpo y mente, pretende aumentar la autoestima y el conocimiento del propio cuerpo obteniendo con ello un bienestar tanto físico como integral.
7. Aporta gran vitalidad y fuerza permitiendo minimizar el esfuerzo para realizar las tareas cotidianas más pesadas o cualquier otro tipo de deporte.

¿A quién va dirigido el Método Pilates?

El Método Pilates está indicado, tanto para aquellos que inician la práctica de ejercicio físico, como para los deportistas de alto nivel, y ya sean jóvenes, mayores, mujeres embarazadas y/o personas que realizan algún otro deporte, así como, las que llevan una vida más sedentaria, siempre teniendo en cuenta el nivel que más se adapte a cada persona.

Es muy recomendable para personas que se encuentran en proceso de rehabilitación o que han sufrido una lesión, así como para todos aquellos que padecen problemas de espalda y busquen una actividad preventiva.

Hay que tener en cuenta, que para que la práctica de Pilates sea efectiva es necesario que se realice con una frecuencia de al menos de dos veces por semana (en clases individuales o bien en grupos reducidos), y siempre bajo supervisión de un profesional cualificado para impartirlo, de esta manera se puede garantizar que los ejercicios se realizan de manera correcta, con el fin de obtener resultados óptimos y evitar lesiones innecesarias.

Existen falsas creencias sobre Pilates, en especial, sobre contraindicaciones o restricciones por las cuales se llega a pensar que pueden llegar a limitar la práctica del mismo. Así pues, queremos detallar algunas de estas dudas, que pueden llegar a ser planteadas:

1. No requiere mucha elasticidad. No hay que poseer una gran flexibilidad para poder trabajar correctamente en una clase de Pilates. De hecho, y como hemos explicado anteriormente, uno de los objetivos de este método recae sobre el trabajo de la flexibilidad de la persona que lo práctica, disminuyendo progresivamente la dificultad de ciertos movimientos presentes al inicio de la práctica del mismo.
2. No es solo para mujeres. La falta de conocimiento acerca de este método, puede hacer pensar que solo lo pueden llegar a practicar las mujeres, pero de nuevo reiteramos, tanto hombres como mujeres pueden practicarlos, así como jóvenes o mayores.
3. No es un método de relajación. Previamente hemos hablado, del efecto que crea el Pilates a nivel del cuerpo y mente, creando una sensación de bienestar y relajación, por ciertas posturas que se adaptan durante su práctica. Independientemente de esto, este método no es solo una búsqueda de la relajación. La conocida «respiración Pilates» no pretende otra cosa que intensificar el esfuerzo en cada movimiento, haciéndolo más preciso y eficaz.
4. No consiste en ejecutar posturas raras y complicadas. Es frecuente la confusión entre el Pilates y el Yoga, que suele ser reconocido por sus posturas. En Pilates, se suele trabajar el equilibrio, con el abdomen como foco central de fuerza, fortaleciendo espalda, glúteos, piernas y brazos, buscando siempre la armonía y equilibrio en la postura del cuerpo del alumno.
5. Los ejercicios requieren esfuerzo. Si se ejecutan con el ciclo de respiración y la postura indicados por el monitor, pueden llegar a ser agotadores en apenas una serie.
6. No está contraindicado para personas con lesiones. Cada vez son más los fisioterapeutas que recomiendan a sus pacientes este tipo de ejercicio, con el fin de aliviar sus lesiones cervicales o lumbares.

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